Gambas

Son crustáceos marinos de abdomen desarrollado y caparazón flexible que son consumidos como mariscos.

La mejor gamba blanca es esencialmente un producto Atlántico aunque en la zona del mediterráneo también se capturan ejemplares notables. Las diferencias entre ellas proceden del tipo de alimentación que varía según la profundidad en la que se encuentran entre 180 y 450 metros de profundidad, lo que influye en su carnosidad y musculación. Aunque todas corresponden a la misma especie (Parapenaeuslongirostris), la de mayor valor gastronómico y económico es la gamba blanca de la costa de Huelva. Se distingue de la del mediterráneo por mostrar un color más rosado y cabeza con entrañas más consistentes. Los ejemplares más grandes pueden alcanzar los 15 cm, se utilizan para plancha, mientras que las pequeñas son las que se llaman gambas arroceras.

Se pueden encontrar entre otras:
Gamba blanca de Huelva Su color es rosado intenso y posee entrañas más consistentes.
Gamba de Motril De cabeza oscura y tamaño mediano o pequeño.
Gamba de Garrucha Deliciosa y de popularidad internacional. Esta gamba roja está considerada uno de los mariscos mas deliciosos de todo el Mediterráneo; su zona de cría y de pesca es muy reducida, y se circunscribe únicamente a la franja de litoral que da a Garrucha.
Gamba de Santa Pola Con un tamaño superior a la de Motril y de sabor similar.
Gamba del Mar Menor De reducido tamaño pero aportando en su sabor las particularidades extraordinarias de temperatura del agua y salinidad de la laguna salada.

Las gambas pueden reproducirse tres veces al año, en primavera, verano y a mediados de invierno, aunque la época más propicia se da entre los meses de agosto y septiembre. La cantidad de huevos que pondrá está en relación a la edad y el tamaño de las hembras, así un ejemplar mayor y de buen tamaño llegará hasta los 25.000 huevos (la gamba blanca los transporta en la parte inferior de la cola, mientras que la gamba roja lo hace en su cabeza).

RECETA

Poner una plancha al fuego con unas gotas de aceite y un buen puñado de sal repartido por toda su superficie.
Cuando la sal comience a crepitar, se ponen encima las gambas y se hacen a fuego vivo muy brevemente, hasta que cambien de color. Dependiendo de lo gruesas que sean, se tienen vuelta y vuelta o un momento más para que queden al punto.
Servir de inmediato.

VALOR NUTRICIONAL

Las gambas son un alimento rico en proteínas, vitaminas y minerales, así como bajo en grasas. Los niveles proteínicos que se pueden encontrar en su organismo alcanzan los 21 gramos de cada 100 de porción comestible, su valor energético es muy bajo, apenas del 2 al 5% de grasa, proporcionando entre 65 y 105 calorías (dependiendo de la variedad) cada 100 gramos.

Los grupos de vitaminas que aportan las gambas son principalmente B y E, mientras que entre los minerales destacan el fósforo, calcio y hierro.