Lubina a la plancha

La lubina es propia del mar Mediterráneo y el océano Atlántico, desde las costas africanas (Senegal) hasta Noruega. Este pescado es muy apreciado por su valor culinario y en la pesca deportiva. No se halla en las islas occidentales porque las aguas son demasiado cálidas para ellas.
En la pesca de la lubina al curricán hay dos factores primordiales: los cebos y la velocidad de la embarcación, que debe de ser lo más aproximado a los 2 nudos. En velocidades superiores difícilmente pican. En cuanto a los cebos, hoy existe gran variedad de cebos para pescar la lubina, desde anguilas de vinilo, rapalas, cucharillas, etc., pero indudablemente el mejor cebo es el natural. También se puede pescar con línea o con palangre.
Como curiosidad decir que el nombre de lubina proviene de «lobo», y se le dió por la rapidez con la que ataca a sus presas y la voracidad que le caracteriza.
Pescado conocido y valorado desde la antigüedad por griegos y romanos. Su preparación en papillote fue inventada por el cocinero del Papa León III (s. VIII) y de esta manera fue servida en la coronación del emperador Carlos Magno.

RECETA
Ingredientes:
• Una o dos lubinas de ración
• Aceite de oliva, vinagre de Módena, ajos (4-5), sal, perejil, un par de guindillas.
Preparación:
La lubina ha de estar preparada para hacer a la plancha, es decir abierta a la mitad pero entera. Se limpia y se sala.

Preparaciones recomendada:
En una sartén se vierte aceite, se calienta y se fríen los ajos picados muy finitos y las guindillas. Se añade el perejil y el vinagre de módena al gusto, se deja un par de minutos dando vueltas para que no se pegue.
En una plancha se unta un poco de aceite, se espera a que esté bien caliente y se hacen las lubinas, se adereza y según gusto del cliente.
En ambos casos se sirve en el plato con la guarnición deseada.

INFORMACION NUTRICIONAL
La lubina es uno de los pescados más magros que existen, dado que apenas aporta 1,3 gramos de grasa por 100 gramos de carne y además nos aporta nutrientes esenciales como fósforo, hierro, vitaminas o potasio. Su sabor es suave y contiene pocas espinas y poco a poco se ha convertido en uno de los pescados más apreciados en nuestra gastronomía.
Entre las vitaminas, merece mención especial las del grupo B (B1, B2, B3), cuyo contenido en la lubina es superior respecto a otros pescados. La vitamina B12 también sobresale de la composición nutritiva de la lubina y está presente en una cantidad equivalente, e incluso superior, a la de carnes, huevos y quesos, alimentos todos de origen animal y fuente natural exclusiva de este nutriente.