Conchas finas

Puede alcanzar una buena talla (hasta once centímetros). Es frecuente verse en la cocina mediterránea y encontrarse con otras denominaciones como almejón de sangre debido a las tonalidades rojas que presenta en su interior.

Suele encontrarse en profundidades cercanas a los doscientos metros de ciertas costas del mediterráneo. Su consumo debe estar unido a la calidad del agua donde se  ha criado, con el objeto de no favorecer toxinas en su interior.

Hay muchas clases de almejas,pero la concha fina es incomparable. Se puede comer cruda, recién abierta y sin compañía de nada, ni siquiera de las gotas de limón que algunos recomiendan, y entonces el sabor del mar se concentra de talforma que parece que lo hemos sorbido entero. Cada concha fina debeacompañarse con un sorbo de albariño, salvo que tenga a su disposición champán o un cava bien seco, en cuyo caso queda a su elecciónla decisión que tome, con la seguridad de que acierta.

Limpiar las conchas finases verdaderamente fácil aunque  algo laborioso. Debemos comprarlas frescas y asegurarnos de que verdaderamente lo son. ¿Cómo nos podemos asegurar de ello?, muy fácil, simplemente dándole con el dedo o con algo punzante para ver si se cierran o se mueven.

Para conservarlas si no las van a utilizar en el mismo día de la compra, les aconsejo que las metan en el frigorífico en un plato sin agua ni nada por el estilo. Eso sí, no las dejen mucho tiempo porque como verdaderamente están buenas son frescas y ese frescor se irá con el tiempo, además de que las queremos vivas. Otra recomendación es que las limpien justo antes de comerlas, no las dejen limpias mucho tiempo antes porque también perderá frescura.

RECETA SUGERIDA

Al natural: Servirlas muy frías  al natural y exprimir  limón al gusto.

A la plancha: Separar la carne de la concha y cocinar a la plancha   añadiendo ajo y perejil  picado sirviéndose en su propia concha.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Nutricionalmente es cierto que su composición favorece los excesos de colesterol y ácido úrico en nuestro organismo, pero para que esto suceda la ingesta debe ser considerable, porque sus efectos, cuando se consume moderadamente, son muy beneficiosos para nuestro metabolismo. Su aporte calórico es bajo y sus proteínas son de un altísimo valor biológico debido a que entre sus ácidos grasos abundan los omega 3 y a su riqueza en vitaminas y minerales.

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